Hay momentos en los que algo se quiebra por dentro, y no sabemos bien qué hacer con ese vacío. Entonces hacemos lo que aprendimos: intentamos llenarlo. Llenamos con actividad, con movimiento, con algo nuevo que nos distraiga del silencio que pesa. A veces es un cambio de ropa, un corte de cabello, una cirugía, una mudanza, una relación que llega justo cuando otra termina. Algo que nos devuelva la ilusión de que estamos bien, aunque por dentro todavía duela.
Nos cuesta quedarnos. Nos cuesta habitar el dolor sin buscar salidas rápidas. Nos cuesta mirar la herida con amor, sin juzgarla ni taparla. Porque nadie nos enseñó que lo más sagrado también puede doler, y que muchas veces, el verdadero camino de sanación no tiene aplausos ni filtros.
Pero hay dolores que no se resuelven desde afuera. Hay vacíos que no necesitan ser llenados, sino abrazados.
Hay partes del alma que solo sanan cuando dejamos de correr, cuando dejamos de disfrazar lo que nos pasa, cuando soltamos la necesidad de mostrar una versión mejorada de nosotras mismas y simplemente nos rendimos ante lo que es.
No es tu imagen la que está mal. Es tu alma la que está pidiendo presencia. Es tu energía la que necesita un espacio donde no haya que demostrar nada, donde puedas respirar hondo sin miedo a desarmarte. Y quizás no necesites un cambio, sino un regreso. Un regreso a ti. A lo que eres debajo de todo lo que el dolor te hizo construir para sobrevivir. Y eso no se compra, no se publica, no se disimula.
Se encuentra cuando te permites llorar, recordar, caer y levantarte, no para mostrarte fuerte, sino para volverte verdadera.
La sanación no siempre se ve, pero se siente. En el cuerpo, en el corazón, en la calma que aparece cuando, por fin, dejas de huir de ti.
En Samadhi Salud, acompañamos procesos terapéuticos que no tapan el dolor, lo transforman.
Si sientes que este es el momento de mirarte con más honestidad y amor, te invitamos a iniciar un camino de sanación profundo, respetuoso y a tu ritmo.
Tu alma sabe cuándo es tiempo. Y tal vez, ese tiempo sea ahora.
Te abrazo
Lic. Nancy 🫶
